13 Feb
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Sus fachadas son asimétricas y construidas en ladrillo, en su gran mayoría, que se combina con entramados de madera decorativa rellena de estuco. Los techos cuentan con varios frontones inclinados que se orientan hacia el frente. Son tejados muy inclinados distribuidos en varias alturas.

Otro elemento distintivo de este estilo arquitectónico son las chimeneas. Tienen numerosos accesorios decorativos confeccionados en metal o en piedra sobre ladrillo. También las puertas son peculiares en las casas Tudor. Cuentan con un arco en la parte superior y decoradas con motivos realizados en piedra sobre el ladrillo de la fachada.

Otra característica destacable son las ventanas. Las casas Tudor tienen unas preciosas ventanas de inspiración medieval, organizadas por grupos de tres o más ventanas juntas. Las ventanas son altas y estrechas, y a veces en forma de diamante. Están compuestas de múltiples paneles. También podemos encontrar ventanas flotantes en los pisos superiores, muy características de este estilo, a las que se conoce como miradores.


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