Sin embargo, para los escritorios se usaba el abeto y el roble, la caoba para los marcos y amaranto y palisandro para los enchapados.
Para los acabados se empleaba goma de laca y barniz francés.
La porcelana era encargada a la Manufactura Real de Sèvres. Finalmente, se incluían por lo general ornamentos en hierro forjado, placas de acero y figuras en bronce y cobre.