Aunque el estilo escandinavo busca mantener la integración del exterior con el interior en todos los ambientes de las casas, hay espacios y momentos en los que se necesita mantener mayor privacidad o necesitemos regular la entrada de la luz natural.
Las persianas son el elemento más funcional para obtener buenos resultados, ya que por su sistema de plegado, permiten controlar la altura o la apertura de las mismas dejando pasar la luz en mayor o menor densidad. En el estilo escandinavo, las persianas o cortinas deberán elegirse en telas o materiales ligeros que mantengan la unidad conceptual con el resto de los muebles de la casa; además de permitir la iluminación en los espacios.
En esta recámara tenemos un gran ejemplo de lo útil que resulta el vestir las ventanas del hogar con persianas enrollables, obteniendo como resultado espacios diáfanos y limpios.
