Las plantas son un elemento fundamental en los espacios nórdicos. La naturalidad y el encanto que las plantas y las flores silvestres trasmiten son muy apreciados para la decoración escandinava. Sus jardines se caracterizan por grandes árboles y vastas áreas verdes, que soportan las frías temperaturas que caracterizan a los países nórdicos.
Y es este tipo de paisaje el que rodea y penetra a las construcciones diseñadas bajo este estilo arquitectónico y decorativo haciéndolo fundamental para la ambientación de sus espacios.