La unificación en la práctica, aunque no oficial, de Inglaterra y Escocia bajo el mismo gobernante fue un giro importante en la organización de ambas naciones que ha determinado su existencia hasta la época presente. Otro acontecimiento esencial fue la fundación de la primeras colonias británicas en el continente norteamericano: Jamestown (Virginia) en 1607, Terranova en 1610 y Plymouth (Massachusetts) en 1620, que pusieron los cimientos de futuros asentamientos británicos y la eventual formación de Canadá y los Estados Unidos de América. En 1609, el Parlamento de Escocia comenzó la colonización del Úlster.
Los historiadores siguen debatiendo las características de la forma de reinar de Jacobo. Croft dice:
El pragmatismo del «poco a poco» iba a caracterizar su estilo de gobierno. Al mismo tiempo, la curiosa combinación de habilidad y complacencia, ociosidad y claridad de juicio, cálidas emociones y falta de discreción tan bien descritas por Fontenay fueron típicas de Jacobo a lo largo de toda su vida.