Este estilo se caracteriza por el renacimiento de una serie de estilos arquitectónicos. Muchos elementos de lo que se denomina arquitectura "victoriana" no fueron populares hasta finales del reinado de Victoria. A menudo los estilos incluían interpretaciones y representaciones eclécticas de estilos históricos mezclado con la introducción de influencias del Medio Oriente y Asia. El nombre sigue la costumbre francesa e inglesa de denominar a los estilos arquitectónicos con el nombre del monarca reinante. Dentro de este esquema, el estilo victoriano es posterior al estilo georgiano de arquitectura y la arquitectura estilo Regencia posterior, y fue seguido por la arquitectura eduardiana.
Durante este reinado se dio el resurgimiento de numerosos estilos como el gótico, el clásico o el románico; en pleno auge de la revolución industrial, la expansión comercial propició su extensión a través de la población británica que se asentaba en otros lugares, así es muy notable el barrio de South End de Boston en Estados Unidos.
A pesar de la variedad de estilos, en este período ecléctico se dan elementos que resultan comunes a todos ellos y característicos de la época:
Están ricamente ornamentados, así sus fachadas, con abundantes elementos.
Se añaden muchas extensiones al edificio tal como porches o ventanas salientes.
Se juega con la coloración, mezclándose los ladrillos, que sustituirán al estuco como material de construcción a partir de 1850.
Clásico o estilo Italianizante. Fachada simétrica y elementos de la arqutectura de la antigua Roma, con arcos, frontones, pórticos, cornisas y columnas.
Estilo Segundo Imperio (1855–1880), aparecido en Francia. Fachada alta, rematada en azotea (mansarda), y puertas de entrada doble; de plantas rectangualares o cuadradas.
Estilo Reina Ana (1870–1910), se desarrolla a partir de 1870. De planta irregular con numerosas azoteas y pórticos, con torres (circulares y octogonales) y puertas y ventanas muy decoradas.