Tras el cierre de la Bauhaus en 1933 debido a la presión de los Nazis hacia los arquitectos modernos, Hilberseimer se vio obligado al exilio, y en 1938 viajó a Chicago para trabajar en el Illinois Institute of Technology junto a su antiguo amigo Mies. En ese momento, Estados Unidos vivía el comienzo de una revolución tecnológica y de comunicaciones, asi como de radio, revistas, periódicos y cine.
Con este cambio tecnológico, el coche empezó a aumentar su importancia, y en Estados Unidos había un coche por cada cinco personas. La contaminación y el tráfico en el centro de las ciudades llevaron a Hilberseimer a desarrollar una propuesta alternativa de ciudad, la Ciudad Descentralizada.